Como miembro del Partido Nacional Revolucionario, ocupó los cargos de diputado federal y senador por el estado de Chihuahua y murió asesinado a manos del también destacado político, Rodrigo M. Quevedo Moreno.
En 1934 fue electo senador por el estado de Chihuahua en segunda fórmula, correspondiente al periodo que culminaría en 1940, en las legislaturas XXXVI y XXXVII y durante las que llegaría a ocupar la presidencia del Senado.
El senador Ángel Posada se había trasladado a Ciudad Juárez en compañía del diputado federal Francisco García Carranza para atender diversos asuntos relacionados como la actividad agrícola, hospedándose en el Hotel Koper, en el centro de la ciudad.
De acuerdo a testigos el senador extendió su mano al general para intentar saludarlo, ante lo cual Quevedo le replicó con un «usted ni me salude», propinándole además una bofetada y finalmente sacando un arma y realizando siete disparos contra Posada, que murió al instante a consecuencia de dichas heridas.
Entre sus acompañantes también se desató una refriega a balazos en la que resultaron heridos José Quevedo, Narciso Talamantes —hermano del gobernador—, el diputado Valentín Oñate y una niña de nombre Josefina Arciniega que casualmente pasaba por afuera del hotel.