Durante su apogeo como ciudad romana, Abdera fue conocida por su exportación de gárum a todo el imperio.
Su declive se produce en el siglo III d. C. cuando es destruida por los godos durante las invasiones germánicas de la península ibérica, que la reconstruyeron después.
[6][7] Durante los siglos XIX y XX en Altos de Montecristo se realizaron labores de aterrazamiento del terrerno y otras labores agrícolas que afectaron negativamente a los restos arqueológicos.
Los primeros trabajos sobre el yacimiento arqueológico de Abdera tuvieron lugar en los años 70 y 80 del siglo XX.
Situado sobre una colina, probablemente con fines de control visual del tráfico marítimo.