Abrera se encuentra situada al extremo norte de la comarca, extendiéndose a ambos lados del río Llobregat.
Los habitantes están distribuidos entre el núcleo urbano (incluye los núcleos antiguos del Rebato y de la Calle Mayor - La Font), el núcleo antiguo diferenciado de Santa María de Vilalba (con los barrios del Suro y Can Torres) y las antiguas urbanizaciones, ahora transformadas en barrios: Can Vilalba, Ca n'Amat, Les Carpes i Sant Miquel.
El término municipal ocupa una superficie de 19,89 kilómetros cuadrados y abarca una amplia zona del valle del río Llobregat, que atraviesa el territorio desde la Serra d'en Ribes (226 metros), en el límite con Olesa de Montserrat, hasta el límite con Martorell y Castellbisbal.
Desde el siglo XVI, y coincidiendo con la primera gran oleada migratoria, procedente de Occitania, se urbanizó la calle Mayor.
Ya en el siglo XIX, se crearon los nuevos arrabales de La Font y El Rebato.
En 1922 se inauguró el tramo de vía férrea que conectó el pueblo con Barcelona.
En 1926, la primera escuela, costeada por los vecinos pudientes y edificada a base de jornales gratuitos por todos los demás.
Al principio, fueron las industrias textiles y, sobre todo, el matadero Purlom los motores del crecimiento local.
Purlom llegó a promover la creación de todo un nuevo barrio para sus trabajadores.
En cambio, la instalación de la factoría SEAT entre Martorell, Sant Esteve Sesrovires y Abrera en los setenta propició que la industria auxiliar del automóvil, y sobre todo la logística, se haya convertido casi en un monocultivo industrial.
Desglose de población según el Padrón Continuo por Unidad Poblacional del INE.
El primer alcalde de la democracia fue Manuel López, encabezando la coalición Entesa Municipal d'Abrera.
Abrera también está rodeada por un corredor verde, como es el Torrent Grande, y otro lugar para pasear es la orilla del río Llobregat.