[2] En tres meses, logró que los precios subieran a 84 libras por tonelada, y a continuación forjó una alianza con productores de cobre ingleses, estadounidenses, suecos y españoles, lo que le garantizó el control de tres años de producción y el equivalente a la oferta mundial, es decir, unas 540,000 tm.
[3] Este "cártel" le permitió controlar los suministros, que esperaba revender a un precio elevado para obtener grandes plusvalías.
Las existencias de cobre acumuladas se comprometieron rápidamente como garantía para sus acreedores, y la especulación intervino en el rápido estrangulamiento del mercado.
Habiéndose duplicado los precios del cobre, las industrias que lo utilizaban empezaron a restringir sus compras.
Eugène Secrétan intentó comprar esta producción extra, pero sus existencias eran tan altas que los bancos acabaron negándole los créditos necesarios.