Acrodermatitis enteropática

[1]​ El zinc es un nutriente de gran importancia fisiológica debido a las diversas funciones que cumple en el metabolismo del cuerpo.

[4]​ Como función catalítica, el zinc es componente esencial del sitio catalítico de muchas metaloenzimas, como la anhidrasa carbónica (indispensable para el metabolismo del dióxido de carbono en las células), la fosfatasa alcalina, RNA polimerasas, y la alcohol deshidrogenasa.

[3]​ La enfermedad desarrolla placas eccematosas escamosas de color rosa (que pueden ser vesiculares, pustulares, o descamativas) o erupciones cutáneas psoriasiformes, en extremidades y en áreas anogenitales y periorificiales.

Otras manifestaciones clínicas incluyen: retraso en crecimiento y desarrollo, lentitud mental, mala cicatrización de las heridas, anemia, fotofobia, queilitis angular, hipogeusia, glositis, estomatitis, anorexia, paroniquia, e hipogonadismo en niños y hombres.

Si la persona no recibe tratamiento, el curso de la enfermedad es crónico e intermitente pero con frecuencia es severamente progresiva.

[4]​ En cuanto a los cambios histopatológicos de la piel producidos por la enfermedad, se describe paraqueratosis y palidez de la epidermis[4]​ La terapia usada para la acrodermatitis enteropática, consiste en la suplementación del zinc.

Con la suplementación del zinc, se suprimen rápidamente las manifestaciones clínicas de la enfermedad.

Acrodermatitis enteropathica-like eruption associated with malabsorption and parenteral total nutrition.