Deficiencia de zinc

En 1933, se observó que el zinc era imprescindible para el crecimiento de ratones.

[2]​[3]​[5]​ Entre 1958 y 1961, a partir de las observaciones hechas por la doctora Ananda Prasad de un paciente del hospital Saadi en Shiraz, Irán, se identificaron grupos de pacientes que habitaban zonas rurales, tanto en Irán como en Egipto, que presentaban un cuadro clínico caracterizado por anemia, hipogonadismo y enanismo, que mejoraban al darle dietas con suplemento de zinc.

Al recetarle un suplemento de zinc, recuperó crecimiento y desarrollo.

[6]​ Debido a las múltiples funciones bioquímicas básicas de las células en el cuerpo humano en las que está involucrado el zinc, hay un rango amplio de efectos fisiológicos al producirse la deficiencia.

[6]​ La acrodermatitis enteropática es una enfermedad genética que impide la absorción de zinc, produciendo una deficiencia severa.