Adriana fue educada en un convento italiano, San Getulio, cerca de Roma, mientras su madre trabajaba en la ópera.
Después de tres años, al regresar a Estados Unidos, esta vez Nueva York, ella estudió canto con su padre, al tiempo que reaprendió inglés porque había dejado de hablarlo en Italia.
Adriana Caselotti debutó en la pantalla grande en 1935, en la película "Naughty Marietta" (basada en una ópera), haciendo el papel de una chica perteneciente al grupo "Dancing Doll", en la escena donde Jeannette McDonald, desde una ventana, entona la canción "Italian Street Song".
Como Blancanieves tiene 14 años (aunque en la película nunca se menciona), Adriana mintió sobre su edad alegando tener 15 años cuando en verdad ya había cumplido 19, para que los Estudios y el propio Disney no cambiaran de opinión.
Mientras estaba bajo contrato, en 1937 (antes del estreno de Blancanieves) apareció en The Bride Wore Red, comedia protagonizada por Joan Crawford.
Jack Benny había estado en Trocadero aquella noche de la presentación, y mencionó que había pedido permiso específicamente a Walt Disney para emplearla en su radio y le dijo: "Lo siento, pero esa voz no se puede utilizar en cualquier lugar.
Fue en el corto animado "Inventos Modernos", que tenía como protagonista al Pato Donald.
Aunque aquel papel quizás lograría hacer despegar su carrera, el contrato con Disney se lo prohibía y podría tener problemas legales si no lo respetaba.
En noviembre de 1986, a los setenta años, Adriana había grabado seis pistas: "Bésame Mucho", "Strangers in the Night", "Harbor Lights", "Autumn Leaves", "Beyond the Reef" (ambas voces), y "I Left my Heart in San Francisco".
Fue entonces cuando la última toma tuvo más éxito del esperado e hizo que todos lloraran de la emoción.
Adriana siempre esperó que Disney volviera a necesitarla como actriz o vocalista en alguna de sus nuevas películas, pero esto jamás ocurrió.
Años después Adriana confesaría que entre ella y Colvig hubo un fugaz romance.
Entre 1938 y 1958 fue cuando más artículos escritos sobre ella hubo en los periódicos y revistas de la época, ya que todo el mundo quería conocer quién era la voz principal del tan afamado largometraje.
: The Illusion of Life basada en el libro homónimo escrito por Ollie Johnston y Frank Thomas, donde se explicaba el proceso de animación que se llevaba a cabo, con diferentes entrevistas, entre ellas una a Adriana en la que dice recordar sus líneas y los nombres de los siete enanos.
En estos lugares fue entrevistada en hoteles como el Four Seasons Hotels and Resorts.
Adriana se unió poco más tarde al actor secundario Norval Weir Mitchell, con quien contrajo matrimonio en 1952.
Once años antes de su muerte, fue diagnosticada con cáncer en su mama izquierda, que finalmente fue eliminado.
Adriana jugó el papel más importante en nuestra historia y se convirtió en la verdadera encarnación de ese personaje".
[13] En abril de 2008 fue recordada mencionando su frase: "Sé que mi voz vivirá para siempre", la cual le dijo ella Brian Sibley en 1995.
Su hermana Louise Caselotti falleció dos años más tarde en Malibú, también de cáncer.
Se sintió dolida, y los últimos tres días de grabación se le aumentó la paga a 50 dólares, lo que hizo que el sueldo total por su trabajo fuera de 970 dólares.
El resto de los 14 000 dólares los ganó en trabajos publicitarios ocasionales para los estudios Disney los últimos 50 años.