También se dice que el picador ahorma la cabeza de las reses con puyazos bien señalados, cuando vienen abantas y levantadas”.
En cuanto al uso adjetival, ahormado, Nieto Manjón expresa una buena cualidad: “Dícese del toro cuando lleva fija la cabeza y embiste con rectitud”.
Ahormar es “conseguir, gracias a la muleta y otras suertes, que el toro se coloque de un modo adecuado para estoquearle”.
En cuanto a Ahormado (toro): "Cuando el torero, con la muleta sobre todo, logra colocarlo en disposición apropiada para ejecutar la suerte suprema".
Y así presenciamos las consecuencias que ya describía el propio Paquiro: el toro sale de esas lidias mal ejecutadas acostumbrado “a cornear sobre alto y a tirar incesantes derrotes” que terminan “desarmando al diestro en la suerte”.