La alfarería en la provincia de Málaga (España), además del legado arqueológico conservado en el Museo de Málaga, tuvo sus focos alfareros más importantes en Coin, Estepona y el barrio de Santa Inés en la capital.
[1][2] En Estepona fueron típicas las cazuelas de "culo abombao" y los pucheros, producidos en ocho diferentes tamaños y cocidos en hornos excavados.
Además de los cántaros destacaron los grandes lebrillos para hacer la colada, vidriadas en tonos miel y verde.
[1] Además de los focos ya mencionados, se ha documentado actividad alfarera en Ronda,[3] Fuengirola, Torremolinos y Marbella.
[1][4][a][5] Entre las colecciones de cerámica reunidas en la provincia, puede citarse la del Museo Picasso con una muestra de la actividad alfarera del pintor.