Pero Salazar y Acha insiste en afirmar que, de ser cierto su parentesco con la familia real castellana, sería por vía ilegítima, y su principal argumento para sostenerlo es que los señoríos de Alfonso de Valencia no fueron heredados por Fernando Alfonso, que era su hijo «supuestamente legítimo», pero no hay documentos coetáneos que avalen la tesis de que los heredara ni tampoco de que el rey Alfonso XI de Castilla se los arrebatara, como se afirmó en el pasado.
[6] Nació en 1316, diez días después de la muerte de su padre y siendo hijo póstumo al igual que su hermano gemelo, Fernando Alfonso de Valencia, según consta en la Coronica general de España, escrita por Florián de Ocampo,[18] aunque Jaime de Salazar y Acha advirtió en 2021 que ello es «poco creíble», ya que Ocampo descendía de Fernando Alfonso y le convenía que su antepasado hubiera sido hijo legítimo.
La historiadora Ana Arranz Guzmán señaló que en 1354, durante el reinado de Pedro I de Castilla y a la muerte del obispo Pedro,[a] el cabildo catedralicio zamorano eligió de común acuerdo para suceder al difunto prelado al canónigo Alfonso Fernández de Valencia,[26][27][28] quien, a pesar de aceptar la elección capitular, acudió a la Corte pontificia, que se hallaba en la ciudad de Aviñón, con el propósito de que el papa Inocencio VI confirmara su nombramiento como obispo de Zamora, aunque en un primer momento el pontífice declaró nula la elección del cabildo zamorano.
[8] La historiadora Ana Arranz Guzmán afirmó que la elección de Martín de Acosta fue llevada a cabo por el cabildo catedralicio, al igual que la de su predecesor, y que dicho prelado debía ser petrista, es decir, partidario de Pedro I de Castilla, ya que cuando Zamora fue conquistada por Enrique II en 1371 el obispo Martín se trasladó a Portugal.
[8] Alfonso Fernández falleció en 1367, según algunos autores,[31][11] aunque otros afirman que murió en 1363[1] ó 1365,[32] pero conviene señalar que su nombre, como indicó el hispanista Alfred Morel-Fatio, aparece entre los confirmantes del privilegio, otorgado el 4 de mayo de 1369, por el que Enrique II concedió al célebre Bertrand du Guesclin, condestable de Francia, el ducado de Molina y otras villas en el reino de Castilla.