Se ha conservado una tablilla con caracteres cuneiformes con la receta de un pastel y un documento con un centenar de recetas que ayudan a entender los restos encontrados y que aporta información sobre cómo concebían la cocina.
[5][6][3] Los animales domésticos proporcionaban carne a la dieta, la más frecuente era la de cordero.
Las familias más ricas podían tener vacas, con las que obtenían leche, además de utilizarlas como fuerza motriz para las tareas agrícolas; también se apreciaba mucho su carne.
Posteriormente se introdujo en la dieta la carne de pato y, más adelante, la gallina.
[7] Los platos se acompañaban con diversas especias, como la casia y el comino.