Almocadén

Se elegía precediendo el juramento de otros doce Almocadenes o Jefes de Infantería en que deponían estos de su conocimiento, pericia militar, destreza en las armas, ligereza corporal para seguir en la fuga al enemigo y hacer con presteza cualquier retirada.

Supuesto este informe y testimonio que daban al Rey o General de la tropa, le sostenían entre dos lanzas y puesto en pie sobre ellas, era levantado por cuatro veces de la tierra volviéndole a las cuatro partes o lados del mundo.

Los que contravenían la recta averiguación de los méritos del pretendiente perdían en pena su oficio quedando a su cargo la satisfacción de todos los daños que se hubiesen seguido por la corta pericia del nuevo Almocadem.

Es voz arábiga, compuesta del artículo al y partícula mo y cadem, que significa adelantarse, como lo ejecuta el capitán que va al frente de su tropa gobernándola cuyo nombre, como otros muchos, tomaron los españoles de los árabes.

Diccionario histórico y forense del Derecho Real de España, Andrés Cornejo, 1779