Las micronaciones, llamadas también modelos de país, son pequeñas entidades autoproclamadas como estados soberanos independientes, pero que no están reconocidos como tales por ningún estado soberano, ni tampoco por ninguna organización supranacional.
No deben confundirse con los micro-Estados, que son pequeños Estados independientes reconocidos ni con los estados no reconocidos, cuyas reclamaciones de soberanía se basan en la preexistencia de una población, sobre un territorio en cuyo ámbito ejercen o reivindican el control político y el monopolio de la fuerza.
[2][3][4] Las motivaciones para la creación de las micronaciones incluyen la experimentación social, la protesta política, la expresión artística, el entretenimiento y, ocasionalmente, las actividades delictivas.
[5] Las micronaciones pueden existir en lugares concretos, como una habitación, una vivienda o un espacio rural de propiedad privada, o un territorio inaccesible o no reclamado, como también revindicando el dominio sobre un estado soberano o una porción del mismo[6][7]; pero también pueden constituirse de manera virtual en una obra literaria, en cuyo caso se suele hablar de países imaginarios, o bien en un sitio web alojado en Internet.
Por lo general combinan ambas presencias, y en muchos casos surgen de un espacio privado y se desarrollan en el mundo virtual.