[7] En 1996, a los 18 años trabaja para las Naciones Unidas (ONU), como camarera en un restaurante de Vila Espa, la zona en la que se encontraban los cascos azules; y además estaba cursando su primer año en la Facultad de Arquitectura.
[8] En 1999 a los 22 años y después de que finalizó su contrato con la ONU y de que logró reunir el dinero necesario, Vunge emigró a Uruguay.
Fue en este último empleo en el cual conoció al abogado y dirigente político Alem García, quien le recomendó que plasmara su historia en un libro; la editorial Planeta publicó en 2013 su biografía, Angelina, las huellas que dejó Angola, escrito en colaboración con Andrea Blanqué.
[10] En 2020 fundó la Fundación Angelina Vunge, con el objetivo de ayudar a las personas más vulnerables.
[7] Vunge se encontraba trabajando como administrativa en la mutualista Asociación Española cuando fue reclutada por Alem García y comenzó a militar en el Movimiento Nacional de Rocha.