Se pueden hallar referencias en todas las culturas en las que llevar anillos es algo común.
[1] Pueden tener muchos poderes, como el de volver invisible a quien se lo pone o concederle sus deseos.
[1] Los anillos tienen características que los hacen la elección natural como objeto mágico: ornamento, facilidad de llevar, una forma simbólica (al ser circulares), y se llevan de modo que el usuario puede apuntar con ellos fácilmente.
Pueden otorgar habilidades mágicas a una persona que no las tenga, o aumentar el poder de un mago.
El primer anillo mágico conocido en ficción o mito es el muy probablemente el brazalete llamado Draupnir.
Aunque la mitología griega contiene muchos objetos mágicos, no hay mención alguna a anillos.