Antônio Calado

Lee incansablemente literatura brasileña y alimenta el deseo de conocer el interior del país.

A su regreso, satisface ese deseo al hacer grandes reportajes por el Nordeste, por el Parque Indígena de Xingu o sobre Francisco Julião, Miguel Arraes y otras.

En 1975, cuando trabajaba en el Jornal do Brasil, deja la rutina de las redacciones para dedicarse por entero a la literatura.

Pero la de mayor éxito fue Pedro Mico, dirigida por Paulo Francis, con el arquitecto Oscar Niemeyer en inusitada incursión por la escenografía, y Milton Moraes como actor protagonista.

Calado escribía a mano y mantenía una rutina de trabajo, con horario rígido para todas las actividades, que incluían dos caminadas por día.