Antiandalucismo (lingüística)

Además de las tres características ya mencionadas, Ureña usa ejemplos también de los siguientes rasgos para apoyar su posición:[3]​ En vez de las tres zonas dialectales que son aceptadas por muchos intelectuales, la zona bajeña, la zona alteña y la zona castellana, Ureña sugiere que deben dividirse las distinciones en cinco categorías por su proximidad geográfica, por los lazos políticos que los unieron durante la dominación española y por el contacto con una lengua indígena principal.

Las categorías son las siguientes, incluyendo los sustratos lingüísticos correspondientes:[1]​[3]​ Ureña dice que si las semejanzas a que se refiere el andalucismo realmente existieran, estarían solamente en la zona bajeña.

Aunque en relación con las áreas se mencione el sustrato indígena las cinco áreas tienen una diversidad enorme y las correlaciones entre el español de esas áreas y las lenguas indígenas son muy pequeñas y no parece que el sustrato pueda explicar la diferenciación pudiendo haber tenido otros factores organizativos durante la colonia un peso mayor que el sustrato indígena.

El protagonista principal de andalucismo es un lingüista alemán, Max Leopold Wagner.

Su argumento es bastante moderado en cuanto limita el andalucismo a la zona bajeña, pero concluye que:[1]​

Distribución aproximada de lenguas en el extremo meridional de Sudamérica en tiempos de la Conquista.