Antonio Ponce (Valladolid, c. 1608-Madrid, c. 1677), pintor barroco español, especializado en la pintura de bodegones y guirnaldas, desarrolló toda su actividad en Madrid, ciudad a la que llegó muy niño.
En 1633 fue uno de los pintores con tienda abierta al público a los que se les confiscaron retratos del rey y de la familia real para que Vicente Carducho y Velázquez juzgasen su calidad y propiedad, por cuanto los alcaldes de la casa y corte de Su Majestad habían observado que en muchas casas de pintores había de estos retratos reales, no parecidos los más de ellos, y otros con hábitos indecentes.
La primera obra firmada, un Florero fechado en 1630, propiedad del Museo de Estrasburgo, es obra seca y de carácter arcaico.
En sus bodegones es clara la dependencia de Van der Hamen, tanto en la disposición escalonada de los objetos como en la pincelada prieta, aunque irá evolucionando hacia composiciones más barrocas en las que los objetos se acumulan en diferentes planos y, desde 1640, sustituirá los fondos oscuros por otros claros y luminosos.
Adquirida con fondos del legado Villaescusa, la guirnalda muestra todavía en su composición cerrada la influencia de Van der Hamen en tanto las figuras, quizá del propio Ponce, recuerdan modelos de Mateo Gallardo.