Antonio Yáñez-Barnuevo

Yáñez-Barnuevo fue condenado a prisión durante un año por estos hechos.

Una vez que restaurada el Arma de Artillería y con la dictadura ya caída, fue repuesto en su grado y cuerpo, y destinado a la Artillería de costa gaditana.

Cuando se produjo el golpe de Estado de julio, poco más de un mes después de tomar posesión de su cargo, lideró la defensa del gobierno civil y las autoridades que se refugiaron en las dependencias del mismo, frente a los sublevados comandados por los generales José López-Pinto Berizo y José Varela Iglesias.

Junto a guardias de asalto leales y milicianos, mantuvo la resistencia desde las 16:00 horas del 18 de julio hasta el día siguiente, cuando las tropas sublevadas en Cádiz fueron reforzadas con Regulares procedentes de Ceuta lo que hizo imposible resistir más tiempo.

Le fue incoado expediente para consejo de guerra sumarísimo el 22 de julio junto con el resto de detenidos por un delito de rebelión militar, siendo condenado a muerte y fusilado junto a Zapico, Jaso y Parrilla.