Arco de Bará

El arco está situado sobre el trazado del que fue la Vía Augusta, actualmente sobre la carretera N-340.

Fue erigido por disposición testamentaria de Lucio Licinio Sura a finales del siglo I a. C., y dedicado al emperador Augusto.

De una sola apertura, está construido con sillares de piedra local, con ocho pilastras estriadas, remates por capiteles corintios, que sostienen un entablamento con una inscripción alusiva a su construcción.

[3]​ En 2016 se estrenó la película Arc de Barà rodada en el camping del mismo nombre situado junto al monumento.

Esta modulación permite determinar que el arco –en su origen–, tenía un ático en la parte superior, los restos del cual pueden observarse en dibujos antiguos y en los comentarios de los arquitectos responsables de la restauración que se le realizó en 1788.

Estas lesenas, con bases áticas, fustes acanalados y capiteles corintios, apoyan sobre una moldura corrida que hace las funciones de plinto.

A los lados menores del monumento, dos lesenas de ángulo ocupan el cuerpo central.

Una inscripción parcialmente conservada nos indica que fue erigido por disposición testamentaria de Lucio Licinio Sura, un ciudadano romano residente en Tarraco.

Con un claro valor honorífico, los arcos no fueron siempre erigidos para conmemorar una victoria militar y, por eso, aunque se los conoce genéricamente como arcos triunfales, es más adecuado utilizar el término de arco honorífico para designar este tipo de monumentos.

Las palabras latinas que designan este tipo de monumento son: abastece –utilizado en época republicana–, arcus e ianus.

Siguiendo el modelo nacido en Roma, ya en época republicana, se difundió rápidamente su construcción por todas las provincias del imperio.

Punto geográficamente importante, pero sin relación con un límite jurídico de la administración romana.

Mediante dibujos y documentos, así como por las partes actualmente conservadas, se puede proponer una lectura de esta inscripción que nos refiere la voluntad de Lucio Licinio Sura porque, una vez muerto, se construyera este edificio dedicado, probablemente al mismo emperador Augusto.

Según las últimas investigaciones, el Lucio Licinio Sura que aparece a la inscripción del arco se podría identificar con (Lucius Licinius) Sura, prefecto de la Colonia Victrix Iulia Lepida, que aparece documentado en una emisión de monedas del año 39 a. C., y no al Lucio Licinio Sura –senador y amigo del emperador Trajano–, con quien tradicionalmente se había relacionado.

Durante los siglos XVII y XVIII, continuó un lento proceso de degradación hasta el año 1788, en el cual fue objeto de una cuidadosa y parcial restauración, dirigida por el arquitecto Juan Antonio Rovira.

El objetivo, pues, no fue una restauración y recuperación del monumento, sino una reutilización.

El aspecto que presenta el arco de Bará, pues, es muy diferente del original.

Esta intervención, que le ha dado su aspecto actual, fue inaugurada el mayo de 1998.

También es Beuter (1546) quién en mujer la primera representación gráfica, esquemática, con un arco muy estilizado y coronado por un frontón triangular.

Arco de Bará, Tarragona, fotografía de Juan Laurent, 1866-1867, Department of Image Collections, National Gallery of Art Library, Washington D. C.
Arco de Bará en Las glorias nacionales (1852-1854)