Filis le ha dicho en secreto a Alejandro que se esconda en un lugar determinado, y él mismo es testigo cuando Filis monta sobre Aristóteles, demostrando que los encantos de una mujer pueden superar incluso el intelecto masculino del más grande filósofo.
[3] El autor es descrito como Henri, quien declara al comienzo del poema que lo tomó prestado de otro y que no es de su invención, y por largo tiempo se lo atribuyó al poeta normando Henri d'Andeli.
El cuento con moraleja de la dominatriz que puso en ridículo al famoso filósofo se hizo popular en la Europa medieval.
La historia se representó en una variedad de medios que incluyen piedra, marfil, latón, alfombras, tapices y grabados.
Artistas como Julio Ruelas continuaron adaptando el tema de Aristóteles y la cortesana.