Aguamanil

También se llamaba así al receptáculo (palangana, jofaina, pileta, etc.) donde caía el agua y, por extensión, al conjunto de objetos que componen este servicio para la higiene personal, incluido el palanganero.

[3]​ El aguamanil, como objeto religioso anterior a su uso higiénico, se considera originario de Oriente.

Con menos protagonismo aparece asimismo en las alegorías visuales de la Prudencia y la Paciencia.

En la misa católica, el aguamanil es utilizado por el sacerdote en dos momentos: después del ofertorio, tras haber ofrecido a Dios el pan y el vino a consagrar; y posteriormente, tras la Eucaristía, para eliminar de sus dedos cualquier residuo de las hostias consagradas.

El agua, junto con la usada para lavar el cáliz y el corporal, se ha de tirar en tierra natural.

Aguamanil azul (1917), o juego de jarra y zafa en una obra pre- expresionista del pintor alemán Konrad Westermayr (1883-1917).
La templanza (1469-70), de Piero Benci Pollaiuolo . Galería Uffizi .