Durante agosto y septiembre, el Armeniya, bajo el mando del experimentado capitán Vladimir Plaushevsky, desembarcó una quincena de veces en tierra firme y transportó a Odesa a unos quince mil soldados heridos.
La ciudad terminaría soportando el asedio alemán y un intenso bombardeo durante nueve meses, antes de caer.
No se hizo ningún intento de registrar a los embarcados; soldados heridos y civiles simplemente estaban hacinados en las cubiertas.
[8] Plaushevsky tenía prisa por continuar la navegación aprovechando la noche para llamar menos la atención, pero se le ordenó que esperara la llegada de una escolta militar.
[7] El Mar Negro permaneció durante toda la Segunda Guerra Mundial bajo control esencialmente soviético ya que los alemanes y sus tropas aliadas de Rumanía e Italia tenían solo unos pocos buques disponibles.
Sin embargo, en la primera etapa de la guerra, las llamadas potencias del Eje tenían una completa superioridad aérea.
Solo los barcos más fuertemente armados y escoltados podían viajar a la luz del día con una esperanza razonable de seguridad; los buques sin escolta o en puerto en la parte occidental del Mar Negro tenían muchas posibilidades de ser atacados.
Ese mismo año, la empresa había revelado el posible lugar donde se encontrarían los restos del avión perdido del vuelo 370 de Malaysia Airlines, siendo ignorada o denunciada por bulo.
La identidad del pecio fue confirmada gracias a la recuperación de la campana de a bordo, que mantenía intacto el nombre del buque debido al material no ferroso con el que fue fundida.
[15] Los daños que presenta el Armeniya, como suele ocurrir con otros pecios, son bastante diferentes a los descritos en los testimonios del hundimiento.
Según estos, había sido alcanzado por un torpedo y se había partido en dos secciones, pero una nueva investigación reveló que el barco se encuentra en una sola pieza y no presenta daños de torpedos.
Esto significa que, para cuando el casco llegó a grandes profundidades, todavía quedaban bolsas de aire dentro del barco.