Arnulfo I (¿ - ?)
fue obispo de Roda entre 1023 y 1067.
A la muerte de su antecesor, el rey navarro Sancho III impuso a Arnulfo, que fue consagrado en Burdeos en vez de hacerlo en Urgel o en Narbona.
Desde aquel momento el obispo figurará en el entorno del rey navarro, igual que el resto de la diócesis de su reino,[1] alejando la diócesis de los ámbitos eclesiásticos catalanes.
[2] Este obispo celebró una nueva consagración de la catedral de Roda, un 15 de febrero de hacia 1030.