Atilano Coco

En 1929, ya casado con Enriqueta Carbonell, se trasladó a Salamanca como profesor y evangelista para hacerse cargo de la no muy numerosa congregación protestante salmantina, que estaba arraigada en la ciudad desde 1879.

En su nueva residencia, Coco impulsó la masonería, en la que había ingresado hacia 1920, cuando era estudiante en Inglaterra.

En Alicante entró en 1928 en la logia Constante Alona, del Grande Oriente Español (GOE).

En 1933, Atilano Coco y José María Friera (gobernador civil, del Partido Radical) refundaron la Helmántica, poniéndola bajo la dependencia del GOE, siendo Coco secretario y más tarde venerable maestro.

La logia Helmántica nunca superó la veintena de miembros ni tuvo una vida exitosa.

Esa nota era, precisamente,[cita requerida] el papel que Unamuno tenía en el bolsillo de la chaqueta en el acto del Paraninfo del 12 de octubre, en cuyo dorso garabateó las notas del discurso en el que pronunció la célebre frase «Vencer no es convencer», discurso que le costó la destitución como rector y el ostracismo político.