[2] El mareo puede ser simplemente (y más comúnmente) una indicación de una escasez temporal de sangre u oxígeno en el cerebro debido a una caída en la presión arterial, deshidratación rápida por vómitos, diarrea o fiebre.
Si cualquiera de estos trastornos graves está presente, el individuo generalmente tendrá síntomas adicionales como dolor en el pecho, sensación de latido acelerado, pérdida del habla o cambios en la visión.
Muchas personas, especialmente a medida que envejecen, experimentan mareos si se levantan demasiado rápido de una posición acostada o sentada.
El mareo suele acompañar a la gripe, la hipoglucemia, el resfriado común o las alergias.
Cuando se experimenta un calor inusual o extremo durante mucho tiempo, la sudoración excesiva puede provocar la falta de algunos electrolitos, lo que a su vez puede causar mareos.