Por ello es azotado y como toda respuesta a esa última ofensa promueve una rebelión.
Maguiña en cambio se muestra maquiavélico y le hace creer al jefe de los sublevados, mediante la lectura de un telegrama del Obispo Figueroa, que sus razones han sido escuchadas y que ya puede detener todo.
Al irse Atusparia, Maguiña le dice a Antúnez que borró el último acápite del documento en donde decía que el coronel Callirgos, enviado de Lima, tiene orden de matar a los cabecillas.
Al llegar los batallones los insurrectos de Yungay, incluido Atusparia, deciden atrincherarse en Huaraz y son finalmente derrotados.
Atusparia es un individuo común ante sus propios ojos que se descubre como héroe en una situación límite.
Como personaje dramático tiende a oponer su actitud mesurada, reflexiva y humana ante el maximalismo violento de Uchcu Pedro.