Aurora Rodríguez Carballeira

Su sobrino destacó como un niño prodigio de la música, hecho que afianzó sus ideas didácticas, reformadoras y eugenésicas.

Ese mismo año su hermana y su sobrino habían partido hacia Alemania.

Su plan y le llevó a buscar un padre que nunca pudiese reclamar el futuro bebé: la profesora María Rosa Cal Martínez pudo establecer con argumentos que se trataba de un cura castrense leridano llamado Alberto Pallás, con quien tuvo como «colaborador fisiológico» tres «encuentros carnales» (siempre según Aurora), hasta que estando segura del embarazo se trasladó a Madrid para dar a luz a su hija, Hildegart el 9 de diciembre de 1914, a quien le daría la vida que ella le tenía preparada.

[1]​ El experimento inicialmente cumplió las expectativas de Aurora, su hija fue una niña prodigio educada por ella para ser el «modelo de mujer del futuro», se convirtió en una personalidad internacional.

Nunca se arrepintió de su asesinato y repetía que volvería a hacerlo.

Juicio a Aurora Rodríguez Carballeira por el asesinato de su hija.