[1][2] Recordado ante todo por ser un niño prodigio, fue conocido internacionalmente como el «Mozart español».
La reina regente, María Cristina, lo apadrina y paga sus estudios musicales.
La madre y el hijo se trasladaron a Alemania en 1902.
Tendiendo que regresar en 1946 a España, donde no volvió a tener el mismo éxito de antaño y siempre sería recordado simplemente como «Pepito, el niño prodigio».
Póstumamente se descubrieron once obras escritas en Barcelona tras su regreso: