Autorretrato de cuerpo entero (María Roësset Mosquera)

Esta imagen mezcla un interés por el orientalismo con una reverencia por la tradición del retrato barroco español que la autora había estudiado en el Museo del Prado.

El retrato está compuesto en un formato longitudinal pronunciado, reflejando la cultura cosmopolita de la autora y aludiendo vagamente a referentes internacionales.

[4]​ Conservado por la familia, fue expuesto al público por primera vez en la retrospectiva de su obra realizada en el Museo de Arte Contemporáneo, antiguo cuartel del Conde-Duque, en 1988.

[2]​ Fue donado en 1993 al Museo del Prado por María Eugenia Soriano Roesset, hija de la pintora.

[1]​ Este cuadro estuvo en la última sala de la exposición Invitadas.