Es investido alcalde el concejal con más votos, el republicano lerrouxista, Ildefonso Moreno.
[1] En esta ocasión sí es aceptada y es nombrado alcalde el concejal de la CEDA, José Muñoz Redondo.
[2] Ya como concejal, ve cómo su esperanza en nuevas elecciones municipales se desvanece, por lo que comienza a desilusionarse y alega enfermedad para ausentarse de los plenos, salvo para votaciones de importancia.
[12] Nombran como alcalde el recién regresado de Madrid, Blas Duarte.
Sólo sobreviven tres (huyen, se ocultan o los dan por muertos).