El Banco de Crédito Industrial (BCI) fue una entidad financiera española que operó entre 1920 y 1991.
El capital debía ser totalmente español y su primer presidente fue Claudio López Bru, segundo marqués de Comillas.
[3] Fue nacionalizado por el decreto ley 29/1962 y se convirtió en la entidad de derecho público dependiente del Instituto de Crédito a Medio y Largo Plazo.
Sin embargo el estallido del caso Matesa en 1969 le afectó gravemente y empezó a perder protagonismo.
La ley 13 de 1971 lo convirtió en sociedad anónima, aunque siguió bajo control del Estado.