[5] Una heráldica nativa bizantina comenzó a aparecer en los peldaños medios y bajos de las familias aristocráticas en el siglo xiv, coincidiendo con el declive de la autoridad imperial y con la fragmentación del poder político bajo los últimos emperadores paleólogos.
[6] El águila imperial romana de una sola cabeza siguió utilizándose en Bizancio, aunque con mucha menos frecuencia.
[9] Sin embargo, continuó utilizándose en bajorrelieves en iglesias y monumentos funerarios hasta bien entrado el siglo XI.
Aunque no se basaba en ninguna evidencia, esta visión ganó amplia aceptación y circulación.
[13] Un examen más cuidadoso de las fuentes primarias por Spyridon Lambros y August Heisenberg demostró que aunque como motivo decorativo el águila bicéfala comienza a aparecer en el arte bizantino durante el siglo X/XI, no está atestiguada de manera segura en conexión con el emperador hasta la crisobula de Andrónico II Paleólogo en 1301, donde se lo muestra en un decorado con el dispositivo.