Banzo de San Andrés de Fanlo

Ayudó al rey aragonés durante la conquista de Alquezar y uno de los primeros opositores suyos junto infante García Ramírez a las reformas que el rey buscaba llevar a cabo en la vida monástica tras su peregrinación a Roma en el 1068, principalmente se negaba a aceptar el cambio del rito hispano-mozárabe por el romano.

[1]​ Se supone que nació en el condado de Bailo y se sabe que fue abad de San Andrés de Fanlo desde el 1035 hasta la década del 1070[1]​ y tenía un gran prestigio debido a su sagacidad para los negocios, los cuales sirvieron para sacar a flote un monasterio que había sufrido periodos continuados de crisis económica,[2]​llegando a tener propiedades en Jaca, así como controlando los valles del Guarga, Basa y parte del Gállego.

Esta buena relación se rompería en el 1070 cuando el ya anciano abad tiene que abandonar las tierras de Fanlo, ya que en San Andrés de Fanlo se había instaurado la reforma gregoriana y el rey había nombrado al monje natural de Ipiés, Jimeno Vita, como su sucesor.

[1]​ Será acogido en el monasterio cluniacense de San Juan de la Peña regido por entonces por el abad Aquilino, la razón por la que un monasterio en donde se había instaurado desde un inicio la reforma a la que tanto se opuso radica en que los cluniacenses no veían con buenos ojos la predilección real por las canónicas agustinianas en detrimento de su poder político y situación socioeconómica.

[1]​[2]​[5]​[6]​ Se sabe que tenía dos hermanos, Lope y García Fortuñones, quien era tenente en Bailín.