El monasterio, que ya existía por el año 1055, estaba situado al este de la ciudad oscense de Jaca, entre los ríos Guarga y Basa.
[1] Controlaba una honor significativa, en tanto que suponía el distrito de frontera entre el curso alto del río Gállego y el antiguo núcleo condal aragonés.
[2] Su primer abad fue Banzo de Bailo, un estrecho colaborador del rey Sancho Ramírez que fue favorecido por la corona tras la toma de Alquézar.
[3] En 1554 la iglesia del antiguo monasterio seguía en pie, sostenida por los ingresos de la pardina adyacente.
[5] A comienzos del siglo XIX, quedaba en el territorio del ya extinto monasterio una pardina.