Barajas (sitio arqueológico)

La zona, al norte del río Lerma, se presume que era una zona ocupada originalmente por grupos de cazadores-recolectores nómadas, la construcción de Barajas probablemente fue hecha por ocupantes tardíos.

Los estilos de vida y sus características sociales siguen el modelo mesoamericano.

Se estima que el sitio fue abandonado alrededor del año 1000 d. C.[1]​ Durante el primer milenio de nuestra era, Mesoamérica tuvo su mayor auge.

Época durante la cual los habitantes eran grupos sedentarios (agricultores) y eran una población importante del Bajío.

Algunos vestigios indican que los sitios fueron visitados esporádicamente por cazadores del Posclásico Tardío, por artefactos purépecha.

Ampliamente disponible en la zona, se usó para la construcción de sus estructuras religiosas y habitacionales.

Entre las casas había espacios libres, a menudo con cambios por terrazas, que probablemente eran usadas para agricultura.

Nogales presumiblemente fue el principal centro cívico-ceremonial, ya que incluye las estructuras más complejas y monumentales.

Sus constructores edificaron una fortaleza al norte del reino protohistórico tarasco (Zepeda 1988; Sánchez Correa 1993).

Se estudió las prácticas funerarias y las características biológicas de las poblaciones del macizo.

Es una pequeña terraza artificial que soporta los dañados vestigios de una construcción en azulejos y baldosas.

Normalmente estaban asociados a una estructura cuyo atrio central probablemente fue usado como espacio de reunión y para funerales.

En este contexto, la importancia y la relativa brevedad de ocupación Barajas plantean muchas preguntas.