Según la tradición, su origen se remonta a hace aproximadamente 2,000 años, durante la dinastía Han, cuando un chef de la corte imperial lo presentó al emperador.
Debido a la complejidad en su preparación, este dulce se consideraba una exquisitez reservada exclusivamente para la aristocracia.
La Guardia Roja, bajo las órdenes del Partido Comunista Chino, prohibió diversas prácticas culturales asociadas a la dinastía Han,[5] lo que incluyó la preparación de este dulce.
Su escasez inicial, combinada con las restricciones impuestas por el gobierno, contribuyó a que su elaboración se volviera poco frecuente.
Actualmente, su producción se ha extendido más allá de China, preservada por artesanos dedicados a la confección tradicional del dulce.