Durante la dictadura franquista llegó a tener un papel relevante como gobernador civil de Barcelona.
[6] Esto supuso que perdiera su puesto en el ministerio,[7] y a la larga engendró un profundo odio hacia Azaña.
[12][a] Al comienzo de la Guerra Civil se encontraba en Valencia junto al general Manuel González Carrasco, siendo ambos los principales responsables de llevar a cabo la sublevación militar en aquella ciudad.
Ante el cariz que iban tomando los sucesos, González Carrasco y Barba huyeron de Valencia,[16] pasando posteriormente a la zona «rebelde».
[17] Durante contienda trabajó para la inteligencia del bando sublevado,[18] desempeñando algunos puestos relevantes.
[21] La destitución y relevo de su antecesor, Antonio Correa Veglison, produjo un hondo malestar entre los falangistas barceloneses.