[8] El gobierno envió al coronel Manuel María Franco con 50 húsares a enfrentarlo, esto entusiasmo al sargento mayor Alfonso Acevedo Tejada, jefe de la pequeña guarnición de Vélez, quien se le unió a orillas del río Suárez.
[10] Tras la victoria, González se proclamó jefe supremo de «un Estado que conformarían las provincias del Socorro, Tunja, Pamplona y Casanare» e inició la marcha a la capital.
[3] Cerca de la hacienda Buenavista, en el camellón La Culabrera, entre Chía y Cota, sobre una cuchilla que cortaba la sabana,[4] la vanguardia rebelde,[3] formada por 300 jinetes llaneros,[1] fue emboscada por Neira.
[4] Por un momento, la vanguardia del gobierno estuvo a punto de ser rodeada por un enemigo muy superior en número pero una carga liderada personalmente por Neira,[3] quien había sido herido gravemente en una pierna por una lanza al comienzo del combate, puso en fuga a los rebeldes.
[13] Los llaneros, viendo muerto a su jefe, huyeron y arrastraron al resto de la columna revolucionaria.