[4] Cuando los pastusos recorrieron las calles llamando a la guerra santa, el gobernador, Antonio José Chávez, negocio un acuerdo con los alzados.
Sin embargo, el presidente José Ignacio de Márquez lo desconoció y mando al general Pedro Alcántara Herrán a sofocar la revuelta.
[7] Sus fuerzas se componían del escuadrón Guías de Patía (mandado por el coronel Juan Gregorio López) y los medio batallones 1º (teniente coronel Marcelo Buitrago), 2º (sargento mayor Juan B. Guzmán) y 7º (sargento mayor Manuel Mutis).
Los insurrectos cargaron bravamente después de ser bendecidos por sus párrocos, intentando flanquear a los gubernamentales aprovechando su superioridad numérica pero las guerrillas de Herrán rompieron fuego sobre ellos mientras el piquete cargaba sobre su centro para contenerlo mientras destruía sus alas, sin embargo, los jinetes montados se abrieron paso entre la fuerza enemiga hasta ser rodeados y casi todos muertos.
También se enteró de que Chávez y sus 600 mal armados efectivos, una vez vencidos, huyeron a Ecuador.