Batalla de Cempoala

Llegó a saquear al pueblo, secuestrando a las ocho mujeres bautizadas previamente (se habían quedado en Cempoala debido a que los españoles no querían que se metieran en ningún combate), y robando varios regalos enviados por Cortés al cacique aliado Xicomecóatl.

Cortés, al recibir las noticias, decidió avanzar sobre Cempoal con un ejército para liberarla por la vía militar.

Cortés rechazó una oferta de 2000 guerreros del emperador Moctezuma, de quien no se fiaba, y solicitó en su lugar los refuerzos a sus propios aliados tlaxcaltecas, pero éstos no se atrevían a implicarse en una contienda entre españoles, habiendo probado ya las armas europeas contra el propio Cortés.

Carrasco fue uno de los hombres quienes intentaron alertar a Narváez, pero éste decidió ignorarlo.

El primer acto que Cortés ordenó fue capturar la artillería de Narváez.

Para ello, ordenó a un escuadrón comandado por un capitán llamado Pizarro (no debe confundirse con Francisco Pizarro, aunque sin duda uno de sus parientes) para capturar tantas balas de cañón fueran posibles.

Cortés, al encontrarlo, lo mando a su palacio para ser curado de sus heridas.

[6]​ Después del evento, el ejército de Narváez se unió a Cortés casi en su totalidad.

La derrota de Pánfilo de Narváez en Cempoala, según Diego Muñoz Camargo