En una jornada, después de construir carreteras y un campamento (castra) sobre una colina todo el día, sus legionarios estaban agotados.
Estos fue aprovechado por el jefe boyo Corolamo, quien le atacó con muchos guerreros y dio muerte a 3.000 soldados.
[9] Valerio Antias dice que más de 40.000 celtas[10] murieron en la batalla y se capturaron 87 estandartes, 632 carros y muchos collares de oro, incluyendo uno muy grande que Claudio envió al templo del Capitolio como regalo a Júpiter.
También se hicieron con el campamento galo, que fue saqueado, y pocos días después tomaban Comum.
[17] Así, todos las fortalezas y ciudades de los boyos se rindieron, por lo que los cónsules marcharon contra los ligures.
[18] Pero en realidad, los boyos sólo esperaban la oportunidad para caer repentinamente sobre la columna romana mientras marchaba y bajaba la guardia creyéndose segura.
[20] Los legionarios lucharon ferozmente ante el repentino ataque,[21] deseosos de masacrar a los celtas, sin tomar ningún prisionero.
[25] Luego se mantuvo durante el resto de esa estación entre Placentia y Cremona, reconstruyendo las ciudades.
[32] Durante dos días formaron en línea de batalla esperando que los romanos aceptaran el desafío, pero al tercero atacaron el campamento desde todos los lados.
[44] Así, la mayoría de los galos abandonó su campamento para salvarse, pero los romanos acabaron por retroceder en desorden al propio.