En 1551 empezó otra guerra entre ambas potencias y el rey Enrique II de Francia firmó en enero de 1552 el tratado de Chambord con varios príncipes imperiales protestantes opuestos al emperador, comprometiéndose a apoyarles a cambio de ocupar los Tres Obispados (Metz, Toul y Verdún), plazas claves en la frontera entre Francia y el Sacro Imperio.
Frente a ellos las fuerzas imperiales en los Países Bajos contaban con un número similar de soldados.
[4] La victoria francesa puso en fuga a Carlos V y sus fuerzas, pero el ejército francés no le persiguió sino que intentó tomar la fortaleza de Renty.
La guerra continuó durante dos años más, sin victorias decisivas para ningún bando mientras Carlos V organizaba la abdicación de sus títulos en su hijo, Felipe y su hermano Fernando.
Renty fue la última campaña que el emperador lideraría personalmente siendo las operaciones posteriores en Picardía encabezadas por sus generales.