Pese a la teórica potencia del reino de Luis, los otomanos eran una amenaza en auge que Hungría estaba teniendo problemas en controlar, esperando los Jagellón el apoyo habsburgo.
[138] Carlos, en conflicto con los regentes que había dejado el rey católico, deseaba anular dicho testamento pero no quería reabrir disputas sucesorias con Fernando.
Las reuniones continuarían en noviembre, conociendo Fernando en persona por primera vez al influyente Elek Thurzó, un noble húngaro que luego sería uno de sus más destacados colaboradores.
[194] Las medidas tomadas el año precedente se revelaron insuficientes y solo una victoria del líder húngaro Tomori contra los incursores evitó males mayores.
Aunque la nueva revuelta logró la extensión de los armnisticios al Sundgau en septiembre, Wetzel fue finalmente derrotado en noviembre y obligado a refugiarse como Gasmair en el extranjero.
[286] En agosto, Fernando participó como representante del emperador en una nueva dieta en Espira, donde se aprobaron medidas tolerantes con el luteranismo que volvieron a ser ignoradas por Carlos.
[339] Eso apuntaba al río como eje de la futura expansión turca hacia Buda y Viena, con el sistema defensivo sur del reino húngaro desmantelado.
Los hermanos Révay, que habían defendido la candidatura de Fernando en la frontera sur, fueron igualmente recompensados con feudos en la Alta Hungría como Turócszentmárton, Mosóc, Blatnica y Szklabinyaváralja.
[457] Siendo típico que las campañas otomanas empezaran en primavera, Fernando pasó el verano de 1528 explorando alianzas para contener la esperada contraofensiva turca.
[462][463] Su hermano Carlos, enfrascado en su guerra con Francia, rechazó invertir más recursos en Hungría y Fernando tanteó posibles alianzas con Polonia, Inglaterra, Escocia o el papado.
Pese a que la situación bélica se estabilizó tanto Fernando como Juan I de Hungría aún reclamaban la corona y la totalidad del reino.
Las fuerzas regulares turcas estaban suplementadas por los akıncı, soldados irregulares que vivían del botín y cuyas expediciones eran habituales incluso en tiempos de paz.
[477] Los obispos de Senj y Zagreb se pasaron al partido fernandino ante el miedo a las incursiones turcas en Croacia, si bien hasta 1534 aún mantuvieron una posición ambivalente.
[489] En la visión estratégica de Fernando era necesario asegurar una zona colchón en Hungría para prevenir nuevas amenazas contra Viena,[501] incluso aunque ello sacrificara a veces sus intereses húngaros.
[547] También se mantuvieron las exenciones aduaneras a los productos bávaros,[547] críticas al ser Austria y Baviera competidoras en el mercado de la sal.
[577] Sus finanzas bohemias no eran mejores, pues para complementar los escasos ingresos reales durante la guerra precedente había hipotecado las propiedades del patrimonio de la corona.
[439] Fernando finalmente convocó a las dietas austríacas y bohemias en busca de levas e impuestos para sostener una guerra abierta contra los turcos.
[654] Los esfuerzos exteriores de los Habsburgo quedaban sin embargo divididos pues Carlos V primó el teatro mediterráneo frente al apoyo a su hermano en Hungría,[655] con un fracaso en octubre en Argel.
[675][676] En otro paso hacia la futura organización militar que los Habsburgo retuvieron durante siglos, Fernando dividió la frontera húngara en las capitanías de Cisdanubia y Transdanubia.
En septiembre, con la llegada del otoño y después de que su caballería tártara sufriera una derrota frente a Zrínyi en Vásárhelyi, Solimán dio por finalizada su campaña.
Sin embargo las disensiones internas en el bando protestante impidieron un acuerdo para atacar los dominios de Fernando, que se mantenía formalmente neutral.
[710] La relación entre padre e hijo se iría complicando en los años siguientes, con Maximiliano reclamando más dinero para su corte o mostrando recelos por la participación de su hermano Fernando en el gobierno.
En Bohemia y la Alta Lusacia, siguió una represión (Pönfall según el derecho germano para súbditos que se rebelaban contra la autoridad) del sector protestante.
[734][735] En la Alta Lusacia, eso acabó con la disputa entre nobleza y ciudades por el poder político en favor de la primera, que se había mantenido leal a Fernando.
[763] La colaboración de las tropas profesionales extranjeras también fue vital, pues permitieron crear nuevas fortificaciones pirobalísticas en la ruta entre la Baja, la Alta Hungría y Transilvania como Szolnok.
Un grupo reducido de fuerzas habsburgo fueron llegando a Kassa, Tokaj y Transilvania e instaurando una línea defensiva oriental con Temesvár como bastión clave.
[818] Ese conflicto por la sucesión también trajo la caída temporal del poderoso gran visir otomano, Rüstem Pasha, que había sido partidario de mantener la línea más dura en Hungría.
[850] Otro enfrentamiento en la frontera terminó con el lugarteniente de Lenković, Herbard von Auersperg, dispersando una fuerza turca superior en número[850] mientras que Krsto Ungnad derrotó otro contingente otomano en Koprivnica.
Menos éxito tuvo con sus parientes de Brandeburgo, pues Fernando renovó e incluso amplió las hipotecas que estos poseían sobre Beeskow y Storkow en la Baja Lusacia.
[947] Después de una complicada relación, padre e hijo se fueron compenetrando más a medida que Maximiliano iba teniendo un mayor papel en el gobierno.