Batalla de Sacramento

Cuando el General Doniphan se desplazó hacia el sur, el General José Antonio Heredia, Comandante militar del estado de Chihuahua así como el gobernador Ángel Trías Álvarez, habían tratado de organizar una fuerza que pudiera lograr detener de una vez por todas el constante avance estadounidense hacia el centro del país.

La gente civil ayudó a armar las improvisadas tropas mexicanas, de pocos elementos y escaso armamento.

Heredia creyó ideal el Rancho de Sacramento como el lugar idóneo para presentar el combate.

Cuando las fuerzas estadounidenses arribaron al lugar, se detuvieron por un momento y reconocieron el campo.

Centuriones Chihuahuenses, clásicos productos de la estepa árida, parapetados repelieron la invasión, y en verdaderos actos de heroísmo, con la reata y a galope tendido lanzaban las ametralladoras, provocaban polvaredas con ramajes uncidos a sus caballos para dificultar la visión, y, desde puntos estratégicos, "venadeaban" a las primeras filas.