Cuarenta y seis personas de origen asirios fueron masacrados por fuerzas rebeldes durante la batalla.
[6] En el momento del ataque, no había ninguna fuerza gubernamental o milicia en el pueblo, exceptuando a la policía local.
La militancia opositora aseguró que el ataque no se había perpetrado por motivos religiosos, sino militares.
[1] Se vio como posible razón para el ataque la presencia de suministros médicos en el hospital local y un arsenal militar cercano.
[1] Perseguidos por las fuerzas leales, los rebeldes se retiraron a las tierras de cultivo circundantes.
Una fuente gubernamental negó la captura e indicó que la lucha todavía seguía en curso.
[15] Un comandante rebelde murió durante el último día de enfrentamientos en el área.