En la batalla se enfrentaron dos escuadrones navales franceses mandados por René Duguay-Trouin y Claude de Forbin y un convoy inglés escoltado por un escuadrón bajo las órdenes del comodoro Richar Edwards.
Al día siguiente, cerca del cabo Lizard, la flota fue sorprendida por dos escuadrones franceses formado cada uno por seis barcos.
Mientras que el Devonshire de 80 cañones se defendió durante varias horas contra siete barcos franceses hasta que se incendió y voló por los aires.
Solo hubo tres supervivientes de los 500 que formaban la tripulación.
Únicamente el Royal Oak, junto con unos pocos barcos mercantes, consiguió escapar y refugiarse en el puerto de Kinsale.