Benjamín Trillo Trillo

[12]​ Teniendo en cuenta estas y otras referencias, parece razonable considerar a Benjamín Trillo Trillo el padre moderno del revitalizado peregrinaje a Finisterre, con más de 23 000 peregrinos anuales según datos de 2014.

[14]​ En una de sus visitas al Monte Facho con vecinos del pueblo, descubrió las peñas que hoy día se identifican como las míticas Piedras Santas.

[16]​ Tradicionalmente se ha considerado al Cabo Finisterre como el fin del mundo conocido durante el Imperio Romano.

En este emplazamiento se practicaba el culto al Sol, y por ello pudo ser el destino de las antiguas peregrinaciones a Finisterre.

[17]​ Trillo identificó el Ara Solis en una alineación de rocas en el monte, que podría verse desde las Piedras Santas.

Estos descubrimientos asocian de manera directa a Finisterre con el Promontorio Nerio descrito por Ptolomeo,[19]​ tesis apoyada por el historiador Manuel Murguía.

Según cuenta el mito, Orcavella era una vieja monstruosa que se alimentaba de niños y llegó a durar 176 años.

Los gritos del pastor, enterrado vivo, alertaron a sus conocidos, pero cuando se acercaban al sepulcro, aparecían serpientes que les impedían el paso.

Otra de las leyendas que Benjamín Trillo ayudó a recuperar e identificar fue la del Monte San Guillermo,[22]​ que a su entender tiene una clara relación con la tradición celta: "La montaña de San Guillermo mantiene un misterioso diálogo con el Monte Pindo.

En Finisterre, antesala de la muerte, buscaban los hombres una explicación que diera sentido a su terror cósmico".

Trillo enlazó la ermita con un antiguo emplazamiento pagano en el que se realizaban ritos de fecundidad.

Dice Erich Lassota de Steblovo en 1580 que "el vino se puede ver todavía sobre las piedras derramado [...] Yo no pude verlo porque la mar estaba muy agitada".

Fue escrito en colaboración con su esposa Lilí Díaz Rivas y publicado en 2009 por la Junta de Galicia.

Entre los años 1980 y 1984 durante la alcaldía de Valentín Castreje Lizancos, Benjamín Trillo Trillo participa en política como concejal y lo compagina con la presidencia del club de fútbol Sociedad Deportiva Finisterre, que posteriormente pasaría a llamarse S. D. Fisterra.

[30]​ Trillo y Cela mantuvieron una estrecha amistad hasta la muerte del reconocido novelista.

[37]​ Finisterre es la cuna de muchos escritores notables en lengua gallega durante la última etapa del siglo XX y comienzos del XXI, entre los que destacan Alexandre Nerium o Roberto Traba Velay.

[38]​ Ambos compartieron protagonismo durante el evento del Pen Club en Finisterre, que reunió a más de veinte escritores locales.