Fue, además, entrenador de los Chicago Bulls durante dos temporadas y media.
Gracias a esos números, fue elegido por los New York Knicks en la tercera posición del Draft de la NBA de 1979, en el cual Magic Johnson se hizo con la primera posición.
No defraudó en su primer año como profesional, promediando 21,7 puntos y 8,9 rebotes, lo que le valeron para ser elegido en el mejor quinteto de rookies del año.
Brilló con luz propia, manteniendo sus cifras, hasta que, en 1985 una lesión le apartó de las canchas toda la temporada, y en ese mismo año, los Knicks eligieron en el draft a Pat Ewing, relegándole al banquillo.
Los Bulls necesitaban un pívot contundente para complementarse con las dos estrellas del equipo, Michael Jordan y Scottie Pippen.