Tras su patente y comercialización bajo el nombre "Laxoberal" en 1957, el bisacodilo se introdujo en el mercado internacional, convirtiéndolo en una opción terapéutica segura y eficaz para millones de personas que sufren de estreñimiento ocasional o como preparación para procedimientos médicos.
En el siglo XIX, los científicos comenzaron a aislar y estudiar los compuestos de antraquinona presentes en estas plantas.
Se sintetizaron derivados semi-sintéticos y sintéticos con mayor potencia laxante que los compuestos naturales.
Entre estos derivados, se encontraba la emodina, un compuesto que posteriormente sería utilizado como base para el desarrollo del bisacodilo.
Su función principal radica en la irritación de las terminaciones nerviosas del intestino, lo que desencadena contracciones musculares y aumenta la motilidad intestinal.
Esta acción produce un efecto laxante que ayuda a aliviar el estreñimiento y a vaciar los intestinos, siendo útil en situaciones como la preparación para procedimientos médicos que requieren un intestino limpio, como las colonoscopias o ciertas cirugías abdominales.
Esto significa que solo se obtendrá una biodisponibilidad entre el 20% y el 40% del bisacodilo administrado que llega sin modificar a la circulación sistémica y está disponible para actuar en el intestino grueso.La administración del bisacodilo en supositorios puede aumentar su biodisponibilidad hasta un 60%.
El bisacodilo, como laxante estimulante, desencadena su acción a través de un proceso complejo en el colon.
Las enzimas intestinales y bacterianas hidrolizan el bisacodilo a un metabolito activo llamado bis-(p-hidroxifenil)-piridil-2-metano (BHPM), que estimula la mucosa intestinal y desencadena una respuesta refleja que se traduce en contracciones musculares en el colon, conocidas como peristaltismo, responsable de su acción laxante.
El bisacodilo se utiliza para preparar el intestino para procedimientos médicos como colonoscopias, cirugías abdominales y radiografías de abdomen.
El uso prolongado o la sobredosis pueden causar diarrea con pérdida excesiva de agua y electrolitos, especialmente potasio; también existe la posibilidad de desarrollar un colon atónico no funcional, donde la actividad propulsora natural se reduce y se correlaciona con la pérdida de los pliegues haustrales del colon; esto podría indicar lesión neuronal o muscular causada por estos agentes.
Cuando se administra por vía rectal, el bisacodilo a veces causa irritación y puede provocar proctitis o desprendimiento del epitelio.
Los resultados mostraron que el bisacodilo, administrado solo, no indujo ACF ni tumores colónicos.
Esto significa que se necesitan dosis cada vez mayores para obtener el mismo efecto, y eventualmente, el laxante puede perder su eficacia.
Estos factores combinados hacen que el uso prolongado de laxantes no solo sea menos efectivo, sino también potencialmente perjudicial para la salud intestinal en general.
Los laboratorios clínicos ofrecen una variedad de pruebas para identificar sustancias como el bisacodilo y el dantrón.